lunes, 18 de enero de 2016

La música en la antigua Grecia

La antigua Grecia se ubica en los continentes euroasiáticos y data entre los años 1200 a. C al 146 a. C. La población tuvo desarrollo con las invasiones de jonios, aqueos, eolios y dorios.
Las artes en general tuvieron una gran participación en la cultura griega debido que para el momento sumado a la filosofía y la gimnasia dotaban de templanza y equilibrio en la vida ética y por lo tanto estabilidad política de la polis. Desde el punto de vista de las artes la música estaba ligada a todas las actividades sociales, religiosas y pedagógicas, con fundamentos desde lo físico y matemático, lo estético y lo ético, lo psicológico y fisiológico, lo pedagógico y político. Estaba presente una necesidad del estudio y la práctica musical para la templanza del alma y el equilibrio del cuerpo y el espíritu. De modo que la música para filósofos como Platón y Aristóteles no era un adorno superfluo, estaba vinculada al teatro en la tragedia y la poesía, al culto religioso (adoración de dioses) y el entramado cultural de su mitología, a los fundamentos de la constitución del Estado (formación moral de los ciudadanos) e influía además en la emotividad y moralidad del ser humano.
El sistema musical denominado Teleion Metabolon estaba dividido en dos octavas y subdividido en fracciones, no estaba organizado verticalmente (armonía) sino horizontal melódico. Estaba presente la escala pentatónica y diatónica y el uso de cromatismo y enarmonías. Además del dominio de texturas monofónicas y heterofónicas. La música era modal estaba constituida por tetracordos superpuestos que se dividían en modos auténticos y modos plagales. Así tienen lugar los modos dóricos (mi), frigios (re), lidio (do), mixolidio (si) y los modos locrio o hipodórico (la), hipofrigio (sol), hipolidio (fa), hipomixolidio (un mi por debajo del dórico). El empleo de estos modos en el desarrollo melódico era de carácter descendente y se diferenciaban respecto al efecto emocional sobre los hombres. Por ejemplo el modo dórico emparentaba virilidad, el modo frigio: pasión y entusiasmo, hipolidio: lo dionisiaco, lidio: gracia, mixolidio: queja, hipodórico: caballerosidad, hipofrigio: lo erótico. El entramado rítmico estaba basado en una estructura de pies métricos que se dividía en siete formas: troqueo: largo-corto / yambo: corto-largo / tríbaco: corto-corto-corto / dáctilo: largo-corto-corto / anfíbraco: corto-largo-corto / anapesto: corto-corto-largo / espondeo: largo-largo.
Respecto a las formas musicales se encuentra el treno el cual estaba indicado para cantos fúnebres con presencia del aulos, la elegía se presentaba como música de emoción triste, el peán como música de júbilo era acompañada con lira ya que era dedicada al culto de Apolo, el himeneo o epitalamio eran cantos alegres que se prestaban en las celebraciones, el ditirambo estaba dedicado a Dionisio (dios del vino).
Entre los instrumentos presentes muchos provienen de varias culturas por las invasiones ocasionadas, la lira o phorminx, la cítara, el aulos, la flauta de pan, el salpinx (trompeta de metal), tambor, sistro, címbalo, crótalos, timpanon, hidraulis son algunos de los instrumentos protagonistas de esta civilización, sin embargo existen mitos que explican el origen de algunos instrumentos como lo es el mito del dios Hermes que mata una tortuga y ata a su caparazón doce cuerdas hechas con los intestinos de doce vacas del rebaño que le había robado al dios Apolo. Cuando éste averigua quién fue el ladrón, se queja ante Zeus. El padre de los dioses, en consecuencia, ordena a Hermes que devuelva el ganado robado. Como no era posible, Hermes le ofrece en pago la recién creada quelis, que Apolo acepta complacido, pues ya había oído los agradables sonidos que Hermes había logrado extraer de ella. En otro mito, Lino, hijo de Anfímaro y una musa, sustituye las cuerdas de lino de la lira por otras de tripa, mejorando su sonoridad. Orgulloso de su genio, desafía al propio Apolo en el canto. El dios furioso por su atrevimiento y envidioso de su logro, le da muerte. El mito de Anfión hijo de Zeus y Antíope, recibe de Apolo una lira, que al volverse tal maestro, al levantar las murallas de Tebas con su hermano gemelo Zeto, mientras este arrastraba las piedras con su gran fuerza, Anfión las transportaba haciéndolas flotar con la poderosa magia de su música. El mito de Orfeo, indica que Apolo le regaló una lira, que su madre y sus hermanas le enseñaron a tocar. Fue tal habilidad que su música hechizaba a dioses y humanos, amansaba a las fieras e incluso hacía que árboles, plantas y rocas se movieran acercándose a él para oír mejor los sones de la lira. Le hecho es que cuando una serpiente muerde a su esposa Euridice, causándole la muerte, Orfeo baja hasta los infiernos y amansa al monstruo de tres cabezas. Al negarse Hades, el dios de los infiernos, en devolverle a Euridice, Orfeo tañe una melodía que conmueve a Hades y a Perséfone y aceptan que Euridice abandone el mundo de los muertos con una única condición: que Orfeo no vuelva su vista atrás para mirar a su esposa durante todo el trayecto de regreso. Era tan fuerte las ansias que Orfeo no resistió y la condenó para siempre al inframundo. Entre otros mitos que sitúan la cultura griega desde su ámbito artístico demuestran que el valor por la música desde los dioses hasta los seres minerales como una roca eran capaz de conmoverse.



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